PIEDRAS NEGRAS a 2 de Diciembre del 2010. El debut de Espinoza Paz en Culiacán, Sinaloa quedó para la historia. El joven compositor más importante del género grupero en la actualidad, reafirmó que el romanticismo todo lo puede al escucharse la mayoría de sus éxitos al unísono del apreciable, acompañado de una veintena de músicos y dos coros. A diferencia de otros intérpretes de este gremio musical, el nacido en Angostura, Sinaloa, demostró a las nuevas generaciones que no se necesita del corrido para reunir a un numeroso público, al cual hizo vibrar, cantar y bailar en el Palenque de la Expo Gan Sinaloa. Ante chicas, jóvenes, adultos y hasta niños, así como de sus seres queridos, Espinoza compartió lo que era su sueño: cantar sus temas en este Palenque. Para Espinoza Paz era un sueño estar en la capital sinaloense, rodeado de gente que lo admira por sus obras musicales y respaldado por su familia. "Buenas noches Culiacán, aunque no cante corridos, voy a cantar canciones con el corazón", dijo Isidro Chávez, nombre de cuna del artista, quien lo cumplió durante las dos horas de concierto que ofreció. "Que levante la mano aquel que traiga el corazón hecho pedazos", cuestionó a lo que el público levantó de inmediato la mano en respuesta, para acompañarlo con las estrofas de la melodía, "La número 20". Con el romanticismo que lo caracteriza, el tímido artista, que fue sonrojado en varias ocasiones, compartía uno a uno las melodías que por años le han inspirado sus amores y desamores, mientras las jovencitas en agradecimiento le entregaban rosas y besos. "Perdón por mi romanticismo, pero soy cien por ciento romántico". Con apenas tres discos en su haber, Espinoza dejo en claro que es un apasionado de lo que hace y eso lo ha convertido en el consentido no sólo de quienes le solicitan sus canciones para grabárselas, sino de la concurrencia, pues se ha convertido en todo un ídolo. Cuando parecía que no habría más emociones, el artista dedicó un tema a su abuela, a quien se acerco, mientras se envolvían en un gran abrazo en medio de lágrimas. Espinoza compartió cómo años atrás él le prometía a su abuela que algún día llegaría a cantar en ese Palenque. Las emociones no se hicieron esperar mientras narraba musicalmente la vida de la señora y de esta manera culminó una noche de gran éxito para Espinoza Paz.
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